Unas buenas vacaciones son las que se pasan entre personas cuyas idea del tiempo son todavía mas vagos que el tuyo.
J.B. Priestley
¡Vaya, por fin unas mini vacaciones! Y eso es lo que fueron, poco tiempo pero muy bien aprovechado.
Es que nosotras siempre vamos a contracorriente de la gente... Alma debido a su trabajo, tiene que coger las vacaciones pasado el mes de agosto, o de marzo, o hasta el fin mayo. Como ella suele decir, “It goes with the job”, son gajes del oficio.
Aún viviendo rodeadas de playas y mar nosotras no los disfrutamos hasta que se aplacan un poco las muchísimas visitas de turistas y visitantes que llegan a nuestras costas durante los meses de verano.
“Tarifa”. Así me lo dijo Alma, a bocajarro, “Tarifa. Prepárate, Mayra que nos vamos”. Y eso hicimos. A solo dos horas en coche de casa, encontramos un mundo maravilloso.
Pasamos tres días maravillosos. Relax total para Alma, y para mi playa y jardines para corretear a todo trapo.
El Hotel Dos Mares se encuentra entre las playas de Los Lances y Valdevaqueros, a unos 10 minutos de en coche de Tarifa. Me encantó este hotel porque está rodeado de jardines, césped y playa. ¡Una delicia para una perra deportista como yo! Aunque os hago una advertencia: Oficialmente “No se admite perros” en la playa. Esto hay que tenerlo muy en cuenta si vamos verano cuando hay mucha gente y se multa. En otoño y primavera el ambiente es mas relajado y se ve bastantes perretes (buenos) disfrutando con sus familias. Todo es muy relajante. Un rincón que me llamó la atención fueron las jaulas con montones de cotorras de gran colorido que había cerca del bar, que tenía decoración tipo balinesa.
Que bien nos vino coger uno de los bungalows que están separados del hotel. Su colorido caribeño y su habitación acogedora con su pequeña terraza y jardín en frente, nos regalaron horas de descanso y contemplación de las vistas infinitas al jardín y a la playa. Fue un enclave maravilloso con ubicación única, ¡y el trato del personal fue inmejorable! Hasta me dejaron a mi personalmente un obsequio de bienvenida: unas golosinas naturales. ¡Seguro que repetiremos! ¿Verdad Alma?
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